La hipertermia sistémica consiste en aumentar la temperatura del cuerpo provocando una fiebre “artificial” que ronda entre los 38º y los 39’5º.
La hipertermia sistémica provoca una reacción inmunitaria del enfermo de cáncer, normalmente deprimida por la propia enfermedad o por las terapias aplicadas para controlarla.
La actividad inmunutaria se potencia por la hipertermia al imitar el mecanismo de defensa fisiológica correspondiente a la acción de la fiebre, que provoca la liberación de sustancias inmuno-reguladoras (citoquinas), las cuales en la mayor parte de los casos, tienen un efecto protector para el organismo enfermo. De este modo, el organismo ataca a las células que son perjudiciales para la salud.